lunes, 30 de octubre de 2017

SEMANA # 34 FILOSOFIA

ASPECTOS IMPORTANTES DEL RENACIMIENTO


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TALLER Y SOCIALIZACIÓN

Pero durante el Renacimiento también floreció lo que podemos llamar el «antihumanismo», y con eso quiero decir un poder eclesiástico y estatal autoritarios. Durante esta época abundaron también los procesos contra las brujas y la quema de herejes. la magia y la superstición. las sangrientas guerras de religión y, cómo no, también la brutal conquista de América. No obstante, el humanismo siempre ha tenido un fondo oscuro; ninguna época es del todo buena o del todo mala. El bien y el mal constituyen dos hilos que atraviesan la historia de la humanidad. Y a menudo se entrelazan. Esto nos lleva al siguiente tema clave, que tiene que ver con el «nuevo método científico” que trajo también consigo el Renacimiento. –¿Fue entonces cuando se construyeron las primeras fá-bricas? –Todavía no. Pero el nuevo método científico fue una condición necesaria para toda la evolución técnica que tuvo lugar después del Renacimiento. Con “un nuevo método” quie-ro decir una actitud totalmente nueva ante lo que es la ciencia. Los frutos materiales de este nuevo método llegaron luego poco a poco. –¿En qué consistía ese nuevo método? –Consistía ante todo en investigar la naturaleza con los propios sentidos. Ya desde el siglo XIV había cada vez más voces que advertían contra la fe ciega en las viejas autoridades. Tales autoridades podían ser los dogmas de la Iglesia así como la filosofía de la naturaleza de Aristóteles. También advertían del peligro de creer que los problemas pueden resolverse con una mera reflexión. Esa fe exagerada en la importancia de la razón había dominado durante toda la Edad Media. Ahora empezó a decirse que cualquier investigación de la naturaleza tenía que basarse en la observación, la experiencia y el experimento. Esto es lo que llamamos: método empírico.. –¿Qué significa eso? –Eso significa simplemente que uno basa sus conoci-mientos de las cosas en su propia experiencia: es decir, ni en papeles polvorientos ni en quimeras. También en la Antigüe-dad se hacía una ciencia empírica. Aristóteles, por ejemplo. recogió muchas e importantes observaciones sobre la naturaleza. Pero los «experimentos sistemáticos” constituían una comple-ta novedad. –No tendrían aparatos técnicos como los de hoy... –Naturalmente no tenían ni calculadoras ni balanzas electrónicas. Pero tenían las matemáticas y balanzas de otro tipo. Se ponía gran énfasis en la importancia de expresar las observaciones científicas en un lenguaje matemático exacto. “Mide lo que se pueda medir, lo que no se pueda medir, hazlo medible”, dijo Galileo Galilei, que fue uno de los científicos más importantes del siglo XVII. También dijo que «el libro de la naturaleza está escrito en un lenguaje matemático”.. –¿Todos aquellos experimentos y mediciones abrieron el camino a los nuevos inventos? –La fase primera fue un nuevo método científico, que abrió el camino a la revolución técnica. y el progreso técni-co abrió el camino a todos los inventos que llegaron después. Podríamos decir que los hombres habían empezado a indepen-dizarse de las condiciones de la naturaleza. La naturaleza no era sólo algo de lo que el hombre formaba parte, sino algo que podía utilizar y aprovechar. “Saber es poder”... dijo el filósofo inglés Francis Bacon, subrayando de este modo la utilidad prác-tica del saber. Esto era algo nuevo. Los seres humanos comenza-ron a intervenir en la naturaleza y a dominarla. –Pero no solamente con fines positivos... –No, por eso decíamos lo de los hilos buenos y malos que constantemente se entremezclan en todo lo que hace el hombre. La apertura técnica que se inició en el Renacimiento derivó hacia telares mecánicos y desempleo, medicinas y nuevas enfermedades, una mayor eficacia de la agricultura y un empobrecimiento de la naturaleza, electrodomésticos como la-vadoras y frigoríficos, pero también contaminación y basuras. Teniendo en cuenta las grandes amenazas a que se enfrenta hoy en día el medio ambiente, muchos consideran el progreso técnico como un peligroso desvío de las condiciones de la na-turaleza. Se dice que los hombres hemos puesto en marcha un proceso que ya no somos capaces de controlar. Otras almas más optimistas opinan que todavía vivimos en la infancia de la tecnología. Que es cierto que la civilización tecnológica ha te-nido enfermedades infantiles, pero que poco a poco los hom-bres aprenderán a dominar la naturaleza sin, al mismo tiempo, amenazarla de muerte.



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