lunes, 6 de agosto de 2018

SEMANA 26 LA CONTRAREFORMA


LA CONTRARREFORMA
Concilio de Trento (1545 – 1563)
Continuamos este resumen breve de la Contrarreforma hablando del Concilio de Trente que fue la reunión de todas las autoridades de la Iglesia Católica así como los obispos para tratar de parar las reformas protestantes dadas por Martin Lutero. Se dividió en tres sesiones, la primera iniciada por Paulo III en 1545, la segunda por Julio III entre los años 1550 - 1555 y concluye con la sesión de Pío IV en 1563.
Algunas de las reformas llevadas a cabo en este concilio son:
Doctrina La salvación de Cristo se consigue por la fe y obras, ya sean de caridad, devoción o penitencia. También se confirma la doctrina del libre albedrío, donde el cristiano tiene libertad para hacer el bien y el mal, siempre y cuando tuvieras fe en Dios.
Escritura y tradición Defiende que la Biblia es el fundamento de la fe cristiana, pero completado con la tradición y eso significa las interpretaciones que dieron los antiguos autores, los primeros padres de la Iglesia, de los apóstoles y la decisión de los concilios ecuménicos anteriores y de los Papas.
Sacramentos Con Lutero se reconocían solo tres sin embargo la Iglesia reivindica siete; Bautismo; Matrimonio; Eucaristía; Orden Sacerdotal; Confirmación; Confesión y Penitencia. Dentro de la Eucaristía su naturaleza está en la Transustanciación; que es la presencia real del cuerpo y sangre de Cristo bajo la apariencia del pan y del vino, algo que negaban los protestantes.
Veneración a María y Santos Aunque Cristo era el primero en venerarse, eso no quitaba de venerar a María y a los Santos quienes también se consideraban intercesores y por ello había que rendirles culto.
Autoridad del Papa y de la Iglesia Su poder era ilimitado, se fortaleció la figura del Papa ya que este se consideraba el sucesor de San Pedro. El hecho de que la autoridad papal fuera competente es esa pugna entre reyes y papas que comentábamos anteriormente y es que muchos reyes querían hacerse partícipe de los asuntos eclesiásticos y viceversa.
La Compañía de Jesús Para terminar con este resumen de La Contrarreforma hablaremos de las creaciones de nuevas órdenes religiosas que constituyeron un papel importante en la Contrarreforma porque con ellas se defendía y difundía la doctrina del Concilio de Trento.
Entre ellas destacamos la Compañía de Jesús fundada en 1540 por Ignacio de Loyola. Se trata de una orden de educadores pues los jesuitas tenían una gran capacidad intelectual, ellos enseñan, crean colegios y no conventos, saben escribir y gracias a ellos se van a reconocer todo lo que habían hecho tanto eruditos, traductores, humanistas…. También se caracterizaron por su difusión evangelizadora por América y Asia y su vida espiritual a través de la meditación religiosa.
Adriano VI 1522-1523) A la muerte de León X, quien excomulgó a Lutero, fue elegido como sucesor Adriano de Utrecht, antiguo preceptor de Carlos V.
De costumbres intachables quiso imponer orden denunciando los escándalos y la mundanalidad de tantos clérigos, pero no encontró más que obstáculos e impopularidad.
Envió al legado Chieregati a Alemania a confesar que la curia era responsable de la mayor parte de los males provenientes de la etapa medieval.
Desde los cardenales hasta los funcionarios, resistieron y se burlaron de sus intentos de reformar su Iglesia. Murió desconsolado.
Para Adriano la fuente de muchos males en la Iglesia de Roma provenía de la Curia y su sistema de extraer dinero: reservas, indultos, prebendas, exenciones, etc.
Toda la maquinaria burocrática corrompida alrededor de este sistema quedaría sin fuente de ingresos.
Quiso reformar la práctica de las indulgencias eliminando el dinero de por medio.
Se le hizo ver que la misma corte papal necesitaba la venta de indulgencias para su sostenimiento.
Clemente VII (1523-1534) Perteneciente a la poderosa familia Médicis, Clemente VII nunca pudo evitar mezclar los intereses de su familia con los de su Iglesia.
Sus devaneos políticos y continuos cambios de bando en la política europea, provocaron las iras de Carlos V.
En 1527 se produjo el “saco” de Roma a mano de las tropas imperiales.
Enemigo de la celebración de un concilio, pedida por la inmensa mayoría de los católicos.
Excomulgó a Enrique VIII por su matrimonio con Ana Bolena.
Pablo III (1534-1549) Pablo III pertenecía a la familia de los Farnesio, una de las más poderosas que se disputaban la tiara.
Su hermana Giulia había sido amante de Alejandro VI.
Él mismo tenía tres hijos bastardos, elevando al cardenalato, nada más ser elegido papa, a dos de sus nietos.
Lanzó un entredicho contra Inglaterra (1538) por el divorcio de Enrique VIII.
Animó a Francisco I de Francia a usar medidas duras contra los protestantes (1535) cuando aparecieron en París los primeros Placards.
Estimuló en Alemania a los príncipes católicos a unirse contra la protestante Liga de Esmalcalda.
Encargó a una comisión de hombres escogidos el estudio de los problemas y la solución de propuestas: Sadoleto, Pole, Contarini y Caraffa, entre otros.
Bajo el consejo del cardenal Caraffa, y tal vez de Loyola, Pablo III restaura la Inquisición romana (1542), al frente de la misma está el cardenal Caraffa.
Pablo III establece el Índice, lista de libros considerados nocivos con penas severas para los que trafiquen con ellos. Una vez asegurada por estas medidas su posición, Pablo III empuja la convocatoria de un concilio.
Pablo IV (1555-1559) Tras el paso por la sede romana de Julio III y Marcelo II (veinte días), asciende al solio pontificio el cardenal Caraffa, quien fue inquisidor bajo Pablo III.
Durante su juventud perteneció al Oratorio del Amor Divino, origen de los teatinos, que propugnaba la reforma del clero secular. Enemigo de la continuidad del Concilio de Trento, suspendido por avatares políticos, Pablo IV echa mano de otras medidas (bulas y decretos) para hacer las reformas.
Pero el primer instrumento de las reformas de Pablo IV será echar mano de la Inquisición, “la niña de sus ojos, la favorita de su corazón”.
El prior dominico Ghislieri, futuro Pío V, nombrado encargado de la Inquisición.
Se establece el catálogo oficial de libros del Índice.
Entre las víctimas de la Inquisición de este período figuran los cardenales Aquilea, Morone, Pole y el primado de España, Bartolomé de Carranza.
Concretamente, el cardenal Morone fue encarcelado por manifestar que la violencia en cuestiones religiosas nunca da buenos resultados.
Pablo IV animó a las grandes potencias a poner en marcha sus propios tribunales inquisitoriales: Francia se negó, pero España se entregó a ello de lleno. Bajo su pontificado miles de libros fueron pasto de las llamas, pero también la hoguera alcanzó a todos los sospechosos.
Pío IV (1559-1565) Pío IV nombra cardenal y Secretario de Estado a su sobrino Carlo Borromeo.
Cierta mitigación en el endurecimiento de la Inquisición y del Índice.
Dos son las fuentes de la Revelación: La Sagrada Escritura y las Tradiciones orales. Al proceder ambas del mismo Dios tienen el mismo valor.
El canon de la Sagrada Escritura se define concretamente incluyendo los libros deuterocanónicos.
Se sanciona la Vulgata latina como la versión oficial.
Queda invalidada la pretensión protestante del principio del libre examen. Solamente la Iglesia, es decir la jerarquía, tiene la autoridad para interpretar correctamente la Biblia.
Se restringe grandemente la impresión y edición de la Biblia, poniéndolo siempre bajo la supervisión de la autoridad eclesiástica.
Pío V (1566-1572) El hasta entonces inquisidor general, Michele Ghislieri, asciende al pontificado.
Inmediatamente pone manos a la obra para ejecutar las decisiones disciplinarias del Concilio de Trento: Curia, obispos, cardenales y párrocos son metidos en cintura.
Tras cinco años de preparación aparece (1566) el Catecismo en el que queda reflejado el espíritu y la enseñanza de Trento.
Tomás de Aquino proclamado doctor de la Iglesia y su línea doctrinal sancionada como oficial.
Orden, a través de la Bula In coena Domini, a todos los gobernantes de poner en marcha los medios necesarios para extirpar el protestantismo de sus países.
Amenaza de excomunión al emperador Maximiliano II por pretender poner en pie de igualdad a católicos y protestantes en Alemania.
Excomunión a Isabel I de Inglaterra y liberación a sus súbditos del deber de obedecerla.
El duque de Alba, que luchaba contra los protestantes en los Países Bajos, recibe el aliento y la bendición de Pío V. Excomunión a Catalina de Suecia por tomar la comunión bajo dos especies.
Ejecuciones en Florencia, Venecia y Mantua.
María de Médicis es apoyada con un contingente de tropas proveniente de Roma para su persecución de los protestantes en Francia.
Pío V organiza la Santa Alianza, al estilo de las antiguas cruzadas, para pelear contra los turcos que se habían convertido en una seria amenaza militar para Europa Occidental. La batalla de Lepanto (1571) supone la victoria de la Alianza (Génova, el papa, Malta, Austria y España).

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